HISTORIA Y ORIGEN

En la Lora del siglo XVI existió una ermita dedicada al culto de San Idelfonso. La congregación allí establecida estaba encargada de promover el culto a Cristo Yacente. Esta corporación hacia 1645 se une a la cofradía del Dulce Nombre, dando lugar así a la cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Soledad de Nuestra Señora y Santo Entierro de Cristo. Esta hermandad contó con una talla del Señor Yacente, que se conservó hasta 1936, si bien la hermandad como tal despareció hacia 1840.


Antes de 1936, el sacerdote D. Juan María Coca y González de Saavedra organiza la salida de una cofradía el Viernes Santo. En ella procesionaban dos pasos: la Urna y la Santísima Virgen de la Soledad. Los nazarenos que les acompañaban vestían túnica negra de cola, “capuchón” también negro y cinto de esparto. Asimismo salían representaciones de las otras hermandades existentes: Nuestro Padre Jesús y la Veracruz, así como representaciones alegóricas de las Virtudes, Fe, Esperanza y Caridad, la Verónica, las Tres Marías…. Es el precedente más cercano que encontramos de las salidas procesionales de lo que hoy representa la Hermandad del Santo Entierro.

SABADO SANTO, 5 DE ABRIL DE 1958

El 5 de marzo de 1958 una comisión organizadora con el cura-párroco a la cabeza, D. Juan de la Cruz Bocardo Rivas, y los señores D. José García Villalba, D. Manuel Sánchez Cuevas, D. Manuel Macías Nieto, D. Antonio González Calle, D. Francisco Sánchez Cuevas, D. Juan Autero Tarrida y D. Manuel Gómez Ruiz, inician lo que sería el nacimiento de una nueva Hermandad en Lora del Río.

PRIMERA ESTACION DE PENITENCIA 1958

El 5 de abril de 1958 se lleva a cabo la primera salida procesional. Se acordó el pago por parte de los hermanos del importe de la cera para la salida, la cual ascendía a la cantidad de quince pesetas. Asimismo se acordó el pago de la cuota anual de hermano que ascendía a la cantidad de dos pesetas anuales. La nómina de hermanos en los momentos iniciales de la Hermandad ascendía a noventa y siete. Los candelabros para el paso los había ofrecido la Camarera de la Hermandad Mayor de la Virgen de Setefilla. El Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno cedió para la primera salida todos los cirios necesarios, varas, faroles de guía, varios guardabrisas para los candelabros del paso, así como la autorización para que las túnicas de dicha Hermandad pudieran ser utilizadas en la procesión.


En la reunión del seis de marzo de mil novecientos cincuenta y ocho se presentan a la Junta Organizadora de la Salida Penitencial las donaciones realizadas a la Hermandad para poder llevar a cabo su estación de penitencia:

- la Cruz de guía donada por D. Juan Sánchez Cuevas

- el Senatus donado por D. Sebastián Guerrero Cabello

- una Cruz para el Senatus donada por D. Manuel Salazar Tarrida

- dos canastillos regalados por D. Francisco Oliveros Algarrada

- dos trompetas donadas por D. Juan Pulido González, D. Manuel Soriano García, D. Juan Francisco Salazar Tarrida, D. Antonio Alvarez Castro, D. Antonio García Gil, D. Sebastián García Nieto, D. José Liñán Trigo, D. Francisco Vargas Núñez y D. Antonio Rodríguez Naranjo

- cuatro faroles de plata donados por Dª. Carmen Naranjo Sanz

- las astas de la Bandera y del Senatus regalo de los hermanos González Calle.

- la cera necesaria para el paso ofrecida por D. Pedro Ruiz Trigo .

Tras el paso de la Urna acompañan al cortejo las Autoridades y una sección de Artillería del Destacamento Matallana.


D. Rafael Molina del Valle en su publicación “Semana Santa en Lora del Río, Notas sobre la Hermandad del Santo Entierro”, deja constancia de la relación de personas que “han honrado a esta Cofradía con la gentileza de sus donativos en metálico…” en este primer año de salida procesional: D. Francisco Oliveros Algarrada, Dª. Manuela Esquina, D. Francisco Garrido Cano, D. Idelfonso López Liñan, Dª. Obdulia Nieto, Dª. Esperanza Castro, Dª. Teresa Briz y la niña Angelita García Cruz, Dª. Aurora Castaños de Porras, Dª. Isabel Nieto Gómez, D. Francisco Japón García, D. Alfonso Caro, D. José María Reyes Rodríguez, D. Isaías Benítez, D. Juan Sánchez, D. Segundo Briz González, D. Manuel Torres Fernández, D. Nicolás Coronel Pacheco, D. Manuel Ortega, Srta. Mercedes Aguilar, Srta. Josefina Aguilar, Srta. María Aguilar, Dª. Presentación Lahoz, Dª. Angela González, D. Francisco Granado Rueda, Dª. Josefa Cobos y D. Antonio Guerra Nieto.


El 28 de Marzo de 1959 se produce la segunda estación de penitencia de la Hermandad. Este año procesiona por primera vez la imagen de la Virgen de las Angustias. Según queda reflejado en el libro de Actas de fecha 23 de marzo de 1959, el paso para María Santísima estaba terminado, donando los honorarios de su construcción el encargado para ello, D. Juan Sánchez Cuevas. El 6 de abril de 1959 se da conocimiento del coste de la Cruz adquirida para el paso, cuyo importe ascendía a la cantidad de mil quinientas pesetas, y que fue donado por un matrimonio anónimo. El primer capataz que dirigió aquel paso fue D. Rafael Sánchez Martínez.


Testimonio de lo acontecido queda reflejado en publicaciones como El Lucerito, donde se hacía mención a esta segunda salida penitencial. Los recibos de los hermanos para esta salida procesional fueron encargados por importe de ciento siete pesetas. De la misma manera, en los archivos de la Hermandad constan algunos de los desembolsos que la misma realizó para esta primera salida procesional. Así, se adquirió la Diadema plateada para la Virgen por importe de dos mil pesetas, y cien varas para cirios cuyo coste total fue de setecientas pesetas. Este año la Salida Penitencial se produjo a las siete de la tarde.